En un contexto marcado por la escalada de precios y la grave situación económica, grandes compañÃas han mantenido o aumentado sus beneficios, algo que no se ha traducido, sin embargo, en un incremento considerable del salario de los trabajadores.
Como en la crisis de 2008 y en la gran mayorÃa de crisis económicas, los perjudicados siempre son los mismos: las clases trabajadoras. Mientras, las grandes superficies consiguen salir bien paradas o, en el caso de que se vean afectadas, ni de lejos sufren, en proporción, las consencuencias de una recesión como la mayor parte de las familias.
Supermercados como Mercadona han aumentado de manera disparatada los precios de sus productos, ahogando de esta manera aún más a los ciudadanos que tienen que hacer la compra cada semana. La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha calificado estas prácticas como "capitalismo despiadado" y no ha dudado en señalar a los responsables.